PARA ENTENDER A LAS PERSONAS CON BAJA VISIÓN

Foto: banco de imágenes Pixabay. 
¿Vos ves o no ves?, ¿por qué te acercás tanto para leer?, ¿usás celular?, hoy te vi en la calle y te saludé, pero vos no me respondiste, ¿por qué usas bastón si no sos ciego?, ¿por qué tu bastón es de color verde? Estas son algunas de las dudas más comunes en torno a las personas con baja visión.

 Cuando se habla sobre el sentido de la vista impera en el sentido común y en el saber colectivo una dualidad que ubica de un lado a aquellas personas que ven bien y del otro lado, a aquellos que ya no ven nada, que son completamente ciegas.
Esa mirada dual y reduccionista olvida que “en el medio” existe un grupo importante de gente -el 2,1% de la población mundial, según datos de la Organización Mundial de la Salud- que tiene serias dificultades para ver, es decir que no ven bien, pero tampoco tienen ceguera, porque padecen baja visión.

 -¿Qué es la baja visión?

-La baja visión es  una condición que implica una pérdida importante de visión, no tiene tratamiento ni con lentes ni con medicamentos ni con cirugía y dificulta la realización de muchas tareas de la vida cotidiana.
Son muchas las patologías que pueden provocar baja visión: glaucoma, retinopatía, retinosis pigmentaria, albinismo, aniridia, miopía magna, entre otras. Cada enfermedad genera distintas dificultades, lo que implica que no todas las personas con baja visión ven de la misma manera.

 -¿Cómo ven las personas con baja visión?

-Algunas personas tienen su campo visual reducido, es decir que han perdido la visión central o periférica, otros ven borroso o tienen fotofobia (resistencia a la luz) o visión parcheada o ceguera nocturna.
Distinguir rostros, leer carteles y letreros, ver números de calles y colectivos, diferenciar bordes, escalones, subidas y bajadas, son algunas de las dificultades más comunes de aquellos que tienen baja visión. Pero a su vez con adaptaciones y ayudas ópticas algunas personas pueden usar celular, leer, ir al cine, estudiar, trabajar.
A veces las personas con baja visión tienen  comportamientos considerados “raros” como tropezar de repente, chocarse cosas, caerse, equivocarse de puerta al entrar a algún lugar, confundir personas, entre otras. Además hay personas con baja visión que no presentan alteraciones visibles, por lo tanto aparentan normalidad en sus ojos y mirada, por lo que resulta muy difícil identificarlas. 
Estas situaciones muchas veces son incomprendidas o malinterpretadas y ubican a las personas con baja visión en un lugar algo incómodo en la sociedad. Inclusive hay mucha gente que piensa mal y cree que son impostores o estafadores. Es allí donde comienza el padecimiento, ya que el desconocimiento y la incomprensión son los mayores obstáculos para su vida cotidiana, más que las propias dificultades visuales.
 
-El bastón verde nos ayuda e identificarlos.

-El bastón verde es clave para la autonomía, movilidad e identificación de las personas con baja visión, ya que le indica a la sociedad que son personas con discapacidad visual, pero se diferencian de las personas ciegas porque a pesar de sus dificultades, algo pueden ver.
El bastón verde es similar al bastón blanco que usan las personas ciegas, en forma, longitud y utilidad. Pero se distingue por su color verde. Otra diferencia es que las personas con baja visión pueden usar el bastón en ciertas circunstancias y en otras no.
La utilización de bastón verde está regida por la Ley nacional 25.682, que en su texto expresa: “Adóptese el uso del bastón verde en todo el territorio de la República Argentina como instrumento de orientación y movilidad para las personas con baja visión”. Esta normativa fue sancionada el 26 de septiembre del año 2002. Por eso cada año, para recordar la importancia de esta ley y para difundir la temática se celebra el Día del bastón verde.
 
-¿Cómo ayudar?

-Entonces si ves en la calle a una persona con bastón verde, significa que tiene baja visión. Es decir, que algo ve. Lo ideal es acercarse, tocarle el brazo o el hombro y simplemente preguntarle si necesita ayuda. Si es así, él o ella te indicará cómo colaborar.
Otros consejos importantes son: avisar a la persona de nuestra presencia o ausencia, no dejar obstáculos que puedan provocarle accidentes, tanto en la vía pública como en sus entornos. Al hablar hacerlo con naturalidad, no infantilizar a la persona con discapacidad visual.
Al saludar, presentarse con nombre (no hacerle adivinar tu identidad), ser lo más precisos posibles en descripciones de objetos, lugares o situaciones, evitar términos como “acá”, “allá”, “ahí”, y usar palabras como “a tu derecha, a tu izquierda, adelante, detrás, arriba, abajo”.

  Autores: Luis Cecchini y Gustavo Billarruel (nota publicada por El Diario de Villa María).

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